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jueves, 7 de abril de 2011

ALCANZA TUS SUEÑOS

Sé firme en tus actitudes y
perseverante en tu ideal.

Pero sé paciente, no pretendiendo
que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, y todo
lo que es tuyo, vendrá a tus manos
en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto
para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado
y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir
una vida nueva, dirigida hacia lo alto
y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día,
sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta
y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste,
más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida
y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque
y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda que
"cada día tiene su propio afán"

Busca a alguien con quien compartir
tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.

Si tu felicidad y tu vida
dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala,
sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.

Desparrama en todas partes
la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa
y viva para expulsar la tristeza
de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz
que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos
y sirviendo de guía a todos
los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas
las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría, todos los que pasan
por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza.
No desprecies el trabajo
que te toca realizar en la vida.

El trabajo ennoblece a aquellos
que lo realizan con entusiasmo y amor.

No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser
bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo,
cumpliéndolo con amor y cariño
y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño.

Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

Pongamos la vida en ello y
si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer
un alto en el camino y experimentar
un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades
y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido,
piensa que si Dios te ha dado la vida,
es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide
por lo que has logrado,
sino por los obstáculos que has tenido
que enfrentar en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera
en que vas a afectar el corazón de otros
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

"Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños"

miércoles, 25 de agosto de 2010

El secreto de la felicidad

Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacia ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.

Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.

Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llego ante él un niño y le dijo:
Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo?

El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:

A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.

El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.

El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar:
yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer:

Este paso se llama alta autoestima.

El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.

El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, perdona y olvida.

El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

Si vienes, por ejemplo a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Antoine de Saint Exupéry

Una persona feliz no es alguien en una determinada serie de circunstancias, sino más bien alguien con una determinada serie de actitudes.
Hugh Downs

El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.

Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo con amor.
Amado Nervo

sábado, 22 de mayo de 2010

VIVE Y DEJA VIVIR (REFLEXIONES)

Dios nos guía siempre.

Debemos ser sensibles para poder oír su voz y saberlo interpretar sin dejar que nuestra mente intente dar su opinión. Jamás me siento abandonado o solo, simplemente me dejo guiar. Una vez que Dios se hace sentir la verdad esta dentro de nosotros y ya no se la puede eludir, el bien terminara ganando, finalmente el mundo será transformado por una acción insólita de la gracia del cielo.

La fe nos permite saber que Dios nos ama, que conduce nuestra historia y, que es capaz de intervenir, que no nos abandona, que obtiene bien del mal con su poder y su infinita creatividad. El triunfo final será del amor.

Ningún imperio basado en el mal puede prosperar. Solo un ser confundido puede hacer el mal sin medir consecuencias, cuando nos encontremos con personas con estos sentimientos tan tristes tratemos de amarlas igual, de entenderlas y de algún modo al no darles poder en nuestra vida les estamos enseñando que es mejor potenciar el bien que alimentar el mal, cuando digo amar , es tan claro como lo lees, odiar a quien nos calumnia es darle demasiada importancia, es una perdida de tiempo permitir que el mal comportamiento de otra persona nos irrite o nos moleste.

Uno nunca sabe lo que puede ocurrir, la gente puede cambiar, puede superarse, seamos optimistas con nuestros semejantes, no condenemos mentalmente a nadie, si fue de una manera en algún momento quizás ahora aprendió, creció y entendió. Una persona centrada en si es dueña de sus sentimientos y no es dominada por cualquier emoción del momento, ante los contratiempos y adversidades tiene la serenidad de no adoptar posturas de mártir ni imaginar cosas que no son, muchas veces nos quedamos horas pensando en como reaccionan los demás y estos ni siquiera están enterados, una persona sana jamás daña a nadie no necesita lastimar PARA TENER PODER SOBRE OTRO.

LAS MÁSCARAS

Durante algunos años de mi vida me coloque gran cantidad de máscaras para poder lograr sentirme bien, una para cada oportunidad, a veces pensaba que las manejaba a conciencia pero después de un tiempo no podemos sostener lo que no somos y terminamos con una gran confusión porque ya no sabemos cual es la real y cual el invento. Tratamos de que nos acepten tal cual somos pero de entrada nos manejamos con representaciones dignas de una obra teatral y ofrecemos una imagen que a la larga se evapora como todo lo que no lleva el sello de lo autentico, la verdad es una sola y no podemos ir en contra de ella. Ahora aprendí que sólo desde la oscuridad se puede encender la luz, me provoca una gran angustia que la gente que me importa no me quiera o me rechace, siempre se lo digo al conjunto de amigos que llevo en mi corazón, para que me conozcan y sepan quien y como soy, aunque también comprendo que si yo no hago nada desagradable a alguien y esta persona decide no contarme entre sus afectos ya no depende de mi y tendré que aceptar la decisión del otro.

CUIDÁNDONOS

Tu persona es de un valor incalculable, solo que no lo sabes o te has acostumbrado a valer de acuerdo a lo que tu entorno dice o piensa y no siempre lo que piensan de nosotros es la verdad. Cada uno puede decir lo que se le ocurra, el tema es creer o no lo que dicen.

Ya no tomo como verdadero todo juicio que se hace de mí. A veces algunos comentarios me ayudan a revisar partes de mi vida y otras ni las tomo en cuenta porque proceden de personas mal intencionadas que apenas pueden con sus vidas. Si yo respeto a los demás porque otra persona se cree con derecho a juzgarme?

Es mi elección ya no dejarme arrastrar por los mandatos que los demás intentan depositar en mi vida. No soy una esponja que tiene que absorber todas las responsabilidades que intentan depositar en mí las personas, ni mucho menos un cesto de basura disponible para que dejen sus desechos. Hay que cuidarse, saber a quien y como le entregamos nuestra confianza.

PODEMOS RESURGIR

Soy conciente que en determinadas situaciones pareciera que nada de lo que nos digan nos sirve para calmar nuestro dolor interno. Te entiendo y se positivamente que las pérdidas que a veces nos dejan vacíos son difíciles de superar, pero no imposibles de sanar y perdonar. Es primordial tener confianza que podremos recomenzar y nos escribo esas palabras porque suenan agradables, te lo dice alguien que a pasado por situaciones difíciles

Sentí abandonos de personas que eran fundamentales para mi crecimiento y en una edad donde no se toma conciencia de lo que significa una estructura familiar que le brinde a uno contención, un entorno sano y respetuoso.

Algunos años de mi adolescencia fueron un terremoto que arraso con mucho de mi persona. Pase hambre, pobreza extrema, viví en la calle, pedí limosna para comer, estuve muy cerca de la violencia, de robos y de la droga Te cuento esto para que sepas que más allá de donde uno estuvo, se puede volver. Pese a lo que ocurría en mi vida, sabia que algo iba a pasar para sobrevivir a todo esto. Perdí a mi papá, ambos abuelos y a mi primita, todas muertes imprevistas, es decir, sin enfermedad previa y de un momento a otro, sin hospitalizaciones ni ningún tipo de tiempo para elaborar estos fallecimientos, me provocaron un gran impacto. Mas el engaño feroz de una pareja que no fue mas que el reflejo de lo que yo mismo pensaba de mi mismo, esta persona actuó como reflejo de mi propio estado de conciencia, Intelectualmente podía entender, pero Pase años no siendo dueño de mi vida y abandonado al azar. Me había olvidado de lo que era la paz, la alegría y el bienestar, es mas, nunca lo había experimentado. No puedo asegurar cual fue el detonante, pero un día el grito de ¡Basta! Se hizo carne y emprendí el regreso…empezó la verdadera resurrección, como mucha gente pude renacer de lo que parecía irreversible y terminal, pude resurgir de mis propias cenizas

sábado, 3 de abril de 2010

Pensamientos y Reflexiones

Traición y decepción

No sé si exista peor castigo para alguien que confía, que la traición. Los seres humanos suelen esperar resultados conforme a lo que desean, pero cuando esto no se da, los esquemas se descuadran. Lo que se creía cierto en algún momento, deja de serlo. Las imágenes que llegamos a formarnos de los que en su tiempo consideramos fieles, son espejismos de nuestros propios ideales y, el que deposita su fe en simples reflejos, termina por descubrir que sus verdades no pertenecen a este mundo. Quisiera engañarme una vez más, creer que existe algún ente terrenal en quien pueda confiar. Hoy no creo lograrlo. Cuando se construye un castillo de arena, su derrumbe no es doloroso para su creador porque éste siempre supo que ése sería su fin, pero cuando edificas una torre, minuto a minuto, piedra sobre piedra y esperando que sea eterna; verla caer es como si tú cayeras con ella. Su falla es tu falla ¡tú te equivocaste! Soñaste con tener una gran construcción pero la base fue mala y eso produjo la desilusión. Tal vez nunca debiste emocionarte al verla crecer, quizá fue esa sin razón la que terminó conduciéndote a la decepción, ¿quién lo sabe? Lo cierto es que es, y será culpa nuestra. El ser humano es la única cosa imperfecta en el universo, por eso confiamos, por eso fallamos. Años atrás pensaba que la mentira era el peor defecto del ser humano. Acabo de descubrir que no lo es. Se puede mentir para no herir a la persona que quieres, se puede mentir para salvar vidas y para hacer muchas otras bondades. Entonces, lo malo que guarda la mentira, es compensado y pronto llega a ser olvidado. Hoy, al sentirme traicionada, pude comprender que la felonía no guarda altruismos. No se traiciona para hacerle bien a alguien, no se finge para uno mismo. Ningún guerrero se pasa al bando contrario en medio de la batalla para luego regresar y obviar lo que el enemigo pretende ocultar. Para la traición no existe justificación, es por esta razón que el acto en mención no debería tener perdón. No sé si vuelva a confiar en alguien, no lo sé, soy sólo carne y huesos. Aún debo recordar que si mortal soy, puedo traicionarme a mí mismo, entonces, mi alma estaría al borde de un abismo, sin oración para su perdón, sólo habría muerte y desolación. Quizá sea lo mejor, aún no lo quiero saber.


El saco de plumas

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.
Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:
"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?",
a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".
El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.
Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado",
a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.
Sal a la calle y búscalas".
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo:
"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".


Si alguna vez ..

Si alguna vez te sientes sólo y no sabes qué hacer, mira al cielo y busca una estrella, y así nunca más te sentirás en soledad pues tendrás a tu alrededor a millones de estrellas que son esas personas que sintieron lo mismo que tú.

Si alguna vez sientes ganas de llorar, llora Deja salir tus lágrimas y con ellas todas las cosas que te hacen sentir mal; no dejes que se acumulen en tu ser, porque sólo darán paso a otro tipo de sentimientos que te hieren aún más.

Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser, date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú, pero aún con todos tus defectos y cualidades, eres una persona única en el universo, por eso eres especial.

Si alguna vez sientes que nadie te quiere, olvídalo, pues eso no es cierto; si te encuentras en esta tierra es porque alguien allá arriba lo quiso así, Él te hizo único y especial porque te ama y nunca te abandona porque eres lo máximo para Él; pero además de Él, hay personas a tu alrededor que te quieren, aunque a veces estamos ocupados en nuestros problemas y no les abrimos las puertas de nuestro corazón para demostrárnoslo.

Si alguna vez necesitas de alguien que te comprenda, que te escuche, que te ayude, en fin, si necesitas de un amigo, quiero que sepas que cuentas conmigo para que nunca te sientas sólo, para que llores en mi hombro, para hacerte sentir bien, y sobre todo para demostrarte cuánto te aprecio...

El gusano y el escarabajo

Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.


El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.


Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.
- ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano?
A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos.
- ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir.

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba.
En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.


El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

También entendió que el tiempo no delimita las amistades, tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas.

Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él.


El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó, pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua entre los dedos.
Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.

viernes, 5 de marzo de 2010

Miscelaneas de bellos pensamiemtos

Busca dentro de tí
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.
Dentro de ti esta siempre el secreto, dentro de ti están todos los secretos.
Aún para abrirte camino en la selva virgen, aún para levantar un muro, aún para tender un puente, has de buscar antes, en ti, el secreto.
Dentro de ti hay tendidos ya todos los puentes están cortadas dentro de ti las malezas y lianas que cierran los caminos.
Todas las arquitecturas están ya levantadas, dentro de ti.
Pregunta al arquitecto escondido.
Él te dará sus formulas.
Antes de ir a buscar el hacha de más filo, la piqueta más dura, la pala más resistente...entra en tu interior y pregunta...
Y sabrás lo esencial de todos los problemas y se te enseñará lo mejor de todas las fórmulas, y se te dará la más sólida de todas las herramientas.
Y acertarás constantemente, puesto que dentro de ti llevas la luz misteriosa de todos los secretos...

Amado Nervo


LA TRISTEZA Y LA FURIA
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...

Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...

Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.


Del libro Cuentos para pensar. de Jorge Bucay

QUE YO NO PIERDA
Que Dios no permita que yo pierda el romanticismo, aún sabiendo que las rosas no hablan...

Que yo no pierda el optimismo, aún sabiendo que el futuro que nos espera puede no ser tan alegre...

Que yo no pierda la voluntad de vivir, aún sabiendo que la vida es, en muchos momentos, dolorosa...

Que yo no pierda la voluntad de tener grandes amigas; aún sabiendo que, con las vueltas del mundo, ellas se van de nuestras vidas...

Que yo no pierda la voluntad de ayudar a las personas, aún sabiendo que muchas de ellas son incapaces de ver, reconocer y retribuir, esta ayuda...

Que yo no pierda el equilibrio, aún sabiendo que muchas fuerzas quieran que yo caiga...

Que yo no pierda la voluntad de amar, aún sabiendo que la persona que yo más amo, pueda no sentir el mismo sentimiento por mí...

Que yo no pierda la luz y el brillo en la mirada, aún sabiendo que muchas cosas que veré en el mundo, oscurecerán mis ojos...

Que yo no pierda la garra, aún sabiendo que la derrota y la pérdida son dos adversarios sumamente peligrosos...

Que yo no pierda la razón, aún sabiendo que las tentaciones de la vida son muchas y deliciosas...

Que yo no pierda el sentimiento de justicia, aún sabiendo que la perjudicada pueda ser yo...

Que yo no pierda mi abrazo fuerte, aún sabiendo que un día mis brazos estarán débiles...

Que yo no pierda la belleza y la alegría de ver, aún sabiendo que muchas lágrimas brotarán de mis ojos y correrán por mi alma...

Que yo no pierda el amor por mi familia, aún sabiendo que ella muchas veces, me exigirá esfuerzos increíbles para mantener la armonía...

Que yo no pierda la voluntad de donar este enorme amor que existe en mi corazón, aún sabiendo que muchas veces él será rechazado...

Que yo no pierda la voluntad de ser grande, aún sabiendo que el mundo es pequeño...

Y encima de todo...

Que yo jamás me olvide que ¡Dios me ama infinitamente! Que un pequeño grano de alegría y esperanza dentro de cada uno es capaz de cambiar y transformar cualquier cosa, pues ¡la vida es construida en los sueños y realizada en el amor!

¿De qué nos sirve vivir, sino sabemos respirar? ¿De qué nos sirve soñar, sino somos capaces de hacer realidad nuestros sueños?

Aprendí

Al primer año de nacido aprendí lo importante que es un juguete. sobre todo si sabe rico.

A los 2 años, aprendí que caerse duele.
A los 3 años, aprendí que duele más una palabra que un golpe.
A los 4 años aprendí lo interesante que puede ser un rompecabezas.
A los 5 años, aprendí que a los pececitos dorados no les gustaba la gelatina...
A los 6 años, aprendí que bañar a las tortugas con agua caliente las mata aunque huelan feo.
A los 7 años, aprendí lo confortante que se siente un abraso de papá o mamá cuando me daba miedo o simplemente cuando sentía que necesitaba sentirme amado.
A los 8 años, aprendí que no todo se puede arreglar con un berrinche.
A los 9 años, aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
A los 10 años, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
A los 12 años, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, los tenía más grandes en casa
A los 13 años, aprendí que, cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería; mi madre me mandaba a ordenarlo
A los 15 años, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano, porque mi padre tenía frustraciones mayores... y la mano más pesada.
A los 16 años, aprendí que mi hermana no era mi mayor enemiga. y que podía ser mi mejor confidente.
A los 17 años, aprendí que emborracharte no siempre es el mejor sentimiento, (menos al otro día) y que no es la mejor forma de solucionar los problemas.
A los 18 años, aprendí que no valía la pena discutir con mi madre.
A los 19 años aprendí lo que duele dejar a alguien que amas.
A los 20 años, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
A los 21 años, aprendí que un libro puede llegar a ser una buena compañía.
A los 22 años, aprendí que si encuentras a la mujer adecuada te puede enseñar a amar.
A los 23 años, aprendí lo que es extrañar a alguien y lo grato que es volverlo a encontrar.
A los 24 años, aprendí que con el tiempo las cosas se miran de una forma diferente.
A los 25 años, aprendí que aunque me quería comer el mundo aun me faltaba mucha experiencia.
A los 26 años, aprendí que no importa lo lejos que viajes cuando quieras huir de algo, tus problemas siempre te acompañaran a lo largo de toda la travesía.
A los 27 años, aprendí que él titulo obtenido no era la meta soñada.
A los 28 años, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te va a hacer doler la cabeza la vida entera.
A los 30 años, aprendí que se necesita mucho amor, paciencia y inteligencia para vivir con alguien.
A los 31 años, aprendí lo que es ser padre y me empecé a dar cuenta de lo que eso significa.
A los 32 años, me di cuenta lo que me falto platicar y convivir con mi padre. y lo mucho que me falto aprender de el.
A los 33 años, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34 años, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
A los 35 años, aprendí que puedes deprimirte como cuando tenias 17 años y eso no esta mal. solo significa que estas empezando a pensar en ti mismo.
A los 36 años, entendí que mi madre no va cambiar y sigue siendo inútil discutir con ella.
A los 37 años, comprendí lo lejos que estaba de saber quien era.
A los 38 años, aprendí que a veces la vida se repite y duele igual que la primera vez.
A los 39 años, aprendí que ser buen amigo no se trata solo de recibir.
A los 40 años, aprendí que, si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.

Luego, al pasar de los años aprendí.
Que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo con un pequeño detalle que casi siempre no cuesta nada.
Que niños y abuelos son aliados naturales.
Que ver una buena película puede darme una tarde agradable.
Que aprender a aceptarme como soy me puede ayudar a no sentirme tan solo.
Que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
Que no puedo cambiar lo que pasó pero puedo dejarlo atrás.
Que las cosas que te pasan y que te duelen siempre te dejan una enseñanza. y esta en ti aprender de ella.
Que nunca es tarde para decir lo siento y perdón.
Que puede doler pero sé que después me voy a sentir mejor.
Que nunca es tarde para decir la verdad (por mas dura que esta sea) y que tampoco es tarde para enfrentar a quien le hice daño si aquélla persona te quiere te sabrá entender y perdonar.
Que pedir ayuda puede dar mucha vergüenza y miedo, pero que a veces es necesario y hay que sacar fuerzas y valor para hacerlo.
Que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden.
Que esperar a los hijos despierto cuando salen de noche no va a hacer que lleguen mas temprano.
Que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
Que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
Que me hubiera gustado tener la experiencia que tengo ahora cuando era mas joven, seguramente no habría dejado pasar muchas oportunidades.
Y que ahora entiendo que eso es imposible y que solo me queda aplicar mis experiencias y no perder la oportunidad de encontrar a un amigo.
Que si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
Aprendí que envejecer es importante.
Aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
Y hoy... me doy cuenta que todavía;
Que tengo mucho para aprender. y que no importa la edad que tengas, aun estás a tiempo de cambiar las cosas y ser feliz

sábado, 20 de febrero de 2010

Reflexiones de la vida

El anillo

El joven se acercó a su maestro y con aire de desánimo le preguntó: ¿Maestro, por qué me siento tan poca cosa que no tengo ánimo ni fuerzas para hacer nada? Todos me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, primero debo resolver mi propio problema. Quizás después... de pronto se detuvo y haciendo una pausa agregó: si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver mi problema con más rapidez y después tal vez pueda ayudarte.

- Encantado maestro, titubeó el joven, pero sintió que otra vez se le tenía en poco y que sus necesidades volvían a ser desatendidas.

-Bien-, dijo el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y se lo entregó al muchacho diciéndole: Toma el caballo que está allá afuera, cabalga hasta el mercado y vende este anillo. Necesito hacerlo para pagar una deuda.

Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En el deseo de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y otra de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, montó en su caballo y regresó abatido por su fracaso.

¡Cuánto hubiera deseado el joven poder obtener una moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Pero había sido imposible.

Al entrar en la casa, el Maestro le estaba esperando y el joven le explicó lo ocurrido: Lo siento Maestro, le dijo, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás hubiera conseguido dos o tres monedas de plata, pero no he sido capaz de engañar a nadie sobre el verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo, contestó sonriente el maestro. Lo primero que debemos saber, es el verdadero valor del anillo. Vete a ver al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quieres vender el anillo y pregúntale cuánto te daría por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas y tráeme de nuevo mi anillo.

El joven llevó el anillo al joyero. Éste lo examinó con su lupa, lo pesó y luego le dijo: Muchacho, dile al maestro, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo. ¡58 monedas! exclamó el joven.

-Sí, replicó el joyero, -sé perfectamente que con el tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero... si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate, le dijo el maestro después de escucharlo:Tú eres como este anillo, una joya, valiosa y única. Como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto ¿Por qué permites que cualquiera te diga tu valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.



DEVOLVER BIEN POR MAL

Krishna
Ni con los ojos, ni con la voz, ni con la mente, injuriará uno a otro. No deberá menospreciar o calumniar a otro. No deberá injuriar a ningún ser viviente. Sino deberá observar siempre una conducta amable. Aun cuando uno esté enojado, deberá hablar amablemente y cuando se es insultado, contestar con una bendición.

Maha-Bharata 12, 278











Buda
Un hombre vence la cólera por medio de la calma; triunfa sobre el mal por medio del bien; y subyuga al avaro por medio de la liberalidad y al mentiroso por medio de la verdad.

Dhammapada, 223

Zoroastro
Siempre contesta al mal genio con la gentileza y a la perversidad con la bondad.

Yasna 230











Moisés
Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, si tuviere sed, dale de beber agua; porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, y Jehová te lo pagará.

Proverbios 25,21-22

Jesucristo
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre tu cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Romanos 12, 20-21











Muhammad
¡Jamás podrá equipararse la bondad con la maldad! ¡Repele el mal con el bien, he aquí que aquél, entre tú y él existe una enemistad, se convertirá en íntimo amigo!

Qur'án, Sura 41, 34


Bahá'u'lláh

Sé generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad... Sé para el pobre un tesoro, para el rico, un amonestador; sé uno que responde al llamado del menesteroso, y guarda la santidad de tu promesa... Sé como una lámpara para quienes andan en tinieblas, una alegría para los entristecidos, un mar para los sedientos, un asilo para los afligidos, un sostenedor y defensor de la víctima de la opresión.

Pongomoslo en Práctica

Un secreto para ti

Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.

Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.

Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: -Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo. El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
-A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son MI MENTE y MI CORAZÓN y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida:
1. Debes poner a Dios como centro de tu vida, como lo más importante en tu existencia.
2. Debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama MOTIVACIÓN.
3. No debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

4. No debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, tú perdona y olvida.

5. No debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

6. No debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.

7. Levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bello y bueno; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir algo a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.