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viernes, 16 de octubre de 2009

Pequeñas reflexiones

Dar para recibir...


Hay una vieja frase que dice “intentar recibir sin dar algo primero es tan estéril como querer cosechar sin haber sembrado”. Y mucho hay de cierto en esta afirmación. Muchas veces, pretendemos que el mundo nos de algo y nos quejamos si no lo recibimos. Pero, ¿has pensado si tu estás dando todo lo que puedes de ti?

Es factible que no recibas todo lo que pretendes porque tu tampoco lo estás dando. Esfuérzate al máximo, reconforta a aquellas personas que te rodean, da siempre todo de ti y verás como los frutos llegan por sí solos. Es una cuestión que se retroalimenta.

Mientras más des, más recibirás. Y mantendrás a todos aquellos que te acompañan muy bien, como ellos te lo harán sentir a ti. Empezar a dar y saber valorar lo que uno recibe, puede ser uno de los puntos clave del crecimiento personal.

El no perdonar es ser
prisionero del pasado.

Hace alguno tiempo en un articulo en la revista Time1 inspirado por el perdón del Papa Juan Pablo a su posible asesino Mehmet Ali Agca, el periodista Lance Morrow escribió, “El caso psicológico del perdón es abrumadoramente persuasivo. El no perdonar es ser prisionero del pasado por antiguos resentimientos que no permiten la vida continue.”

El no perdonar es el dar el control de sí mismo a otra persona.

“ Si uno no perdona, entonces está siendo controlado por las iniciativas del otro y se encierra en una serie de acciones y respuestas, de enojo y venganza, esto por eso, siempre escalando. El presente es incesantemente abrumador y es devorado por el pasado.”

Pero el perdonar es el ser libre del pasado.

Jesucristo nos enseñó otra verdad perturbadora sobre un espíritu no perdonadora cuando él dijo, “porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero sí no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”2

Yo creo que lo que Cristo quiso decir fue que un espíritu que no sabe perdonar por mi parte es una señal segura de que no he mostrado a Dios remordimientos por todas mis fallas, y que no he experimentado totalmente su perdón.

1 comentario:

albert dijo...

hola querida me anime del todo y con todo!!! me gusto esto esta muy interesante te felicito....