Una mujer soñó que entraba
a una tienda en el mercado
y para su sorpresa encontraba
a Dios atendiéndole.
¿Qué vende aquí? –preguntó
¡Todo lo que desea su corazón!
contestó Dios,
Apenas creyendo lo que
escuchaba, la señora decidió
pedir lo mejor que podía desear
un ser humano.
Quiero una mente tranquila,
amor, felicidad, sabiduría
y ser libre del temor, dijo.
Y luego agregó,
no sólo para mí
sino para todas las personas
del mundo.
Dios sonrió, diciendo:
creo que no me has entendido, mujer,
aquí no vendemos los frutos,
aquí sólo vendemos
“Las semillas”
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